Las ramitas ya están desnudas y no hay hojas en ellas
Sobre la mesa hay un café con un patrón de corazón
Sobre la mesa hay una taza de té con limón de la torre Eiffel y velas
Entre el heno recogido en el campo hay una casa de vigilancia de madera
El caballo que ahogó a los esaúles. Y no tenía que tirar